domingo, 15 de noviembre de 2015

Ante las grandes transformaciones del trabajo, formación y colaboración

Hace varios días que llegué de Bérgamo, de un Congreso Internacional en que se han discutido las Grandes Transformaciones del Derecho del Trabajo por los integrantes más jóvenes de la doctrina científica. Ha sido un placer compartir las distintas perspectivas con todos ellos, especialmente para aquellos que ya no somos tan jóvenes y que vemos en cada rostro, sonrisa y duda un atisbo para la construcción de un ordenamiento más justo, más jurídico. El encuentro me ha hecho reflexionar sobre una decisión que llevaba meses barruntando y que era reticente a tomar: compartir gran parte de mis reflexiones sobre el derecho laboral. Ciertamente no las considero de excesivo interés pero, como han advertido en reiteradas ocasiones personas a las que admiro, dichas reflexiones se estructuran con dinero público, por lo que sería más que obligado ponerlas al servicio de la sociedad, más que nada porque así se construye el conocimiento: de forma colectiva y compartiendo reflexiones individuales.


Bergamo, Italia de José A. en Flickr CC 
Existe otra razón de peso que me ha llevado a adoptar esta decisión: las grandes transformaciones que hemos analizado en Bérgamo, desde distintas culturas, sistemas jurídicos y lenguas, han evidenciado, en todos los supuestos, la lentitud del ordenamiento para dar respuesta a las demandas y problemas sociales que afectan a los ciudadanos y, con ella, la necesidad que tiene la doctrina científica de contar con jóvenes juristas, sociólogos, economistas, filósofos, etc., mucho más cercanos y, en cierto sentido, conscientes de estas grandes transformaciones; la responsabilidad de escuchar sus opiniones, alentarlos y capacitarlos para buscar soluciones coherentes en el marco de nuestros respectivos ordenamientos; y, por último, la obligación de explicar a la sociedad su responsabilidad a la hora de conservar el patrimonio jurídico construido y evitar su destrucción por parte de posiciones puramente ideológicas. Y es que escuchando las ponencias de estos jóvenes te asalta la frustración, porque mientras ellos ponen de manifiesto estas transformaciones, tú adquieres consciencia de que el Derecho, en ocasiones, no solo vuelve la espalda a estas grandes cuestiones, sino que incluso puede retroceder en la regulación e interpretación de instituciones básicas y fundamentales para construir las nuevas soluciones que se requieren, y ello porque con demasiada frecuencia el acervo jurídico se ve sacudido por factores económicos y políticos que le alejan de criterios de aquella naturaleza.